miércoles, 17 de noviembre de 2010

La leyenda del tío Boonmee

Dentro de la 52 Muestra Internacional de Cine de la Cineteca Nacional se presentó la cinta ganadora del pasado Festival de Cine de Cannes: La leyenda del tío Boonmee (Loong Boonmee raleuk chat). Apichatpong Weerasethakul construye un relato contemplativo en el que el personaje principal vive sus últimos días al lado de su esposa e hijo, ambos entes fantasmales que aparecen sorpresivamente. La muerte no se aborda desde una perspectiva trágica, sino como un pasaje de transición entre distintos estados. Visualmente el filme tiene momentos sobresalientes, como el que ocurre en la cueva, cuando Boonmee está a punto de morir. Allí, el protagonista menciona: "Aquí nací hace mucho tiempo. No recuerdo si era un animal, una niña o un niño". O cuando una mujer ve su reflejo en el agua y es poseída por un ser divino en forma de pez. La muerte es también la oportunidad de conseguir la juventud eterna. El director tailandés expone una afilada crítica al modernismo a través de un giro de 180 grados en la película: el ambiente místico se convierte repentínamente en un escenario artificial y frío. El verde de la Naturaleza se difumina y en su lugar aparecen sobres colmados de dinero. El desenlace muestra una imagen perturbadora: los personajes se desdoblan y ven a sus otros yo. Sin embargo, no pueden entablar comunicación con ellos; pertenecen a un universo extraño del que, potencialmente, no podrán escapar.

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