martes, 16 de junio de 2009

Voto nulo



El segundo segmento de la emisión de Primer plano del 15 de junio estuvo dedicado al tema del voto nulo. El extraordinario programa de Once tv que hace unas semanas dio un giro a su escenografía para agregar una dinámica distinta a las tomas que ofrece el programa expuso en voz de José Antonio Crespo, Lorenzo Meyer, Sergio Aguayo y Francisco Paoli Bolio uno de los argumentos más sólidos respecto al tema que ha cobrado fuerza con la cercanía de las elecciones del 5 de julio. Para mantener su registro, los partidos políticos necesitan alcanzar al menos el 2.5% de la votación total. Así, existe una diferencia relevante entre anular el sufragio y no asistir a las casillas. El primer caso representaría sumar el voto al universo total de boletas contables. Con ello, los partidos de poca convocatoria –Partido Verde Ecologista, Partido Nueva Alianza, Partido Socialdemócrata, etc– deberán reunir más papeletas a favor para mantener su registro. El voto nulo tendría repercusión directa: mientras más boletas sean anuladas crece la probabilidad de negar el porcentaje mínimo que necesitan estos partidos para sobrevivir.

No asistir a votar significaría principalmente dos cosas: total desconfianza en el sistema de elección o, sencillamente, ignorancia. En cualquiera de los dos casos su resonancia sería nula. Por el contrario, invalidar el voto tendría como resultado castigar a los partidos preocupados por beneficiarse de un presupuesto, pero alejados de sus responsabilidades luego de recibir los sufragios necesarios para garantizar su existencia. El mecanismo, sin embargo, no afectaría a las tres instituciones más poderosas y que más daño han hecho a la ciudadanía: PRI, PAN y PRD. No obstante, sería un primer paso para poner en crisis el sistema político con el que contamos. (Los cartones son de Hernández; aparecieron en La Jornada.)

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