jueves, 18 de noviembre de 2010

El hijo de Babilonia

La caída del régimen de Saddam Hussein ha sido motivo de reflexión en distintas películas. Algunos ejemplos brillantes, que abordan el tema desde la perspectiva del pueblo kurdo, son Las tortugas pueden volar y Media Luna, ambas de Bahman Ghobadi. El hijo de Babilonia de Mohamed Al-Daradji se inscribe en este contexto. Un niño y su abuela inician un viaje a Irak para encontrar a un ser querido, papá del primero e hijo de la segunda, que fue encarcelado en Bagdad. El desierto es el primero de muchos obstáculos que tienen que librar. No obstante, la esperanza deviene desilusión y lo que comienza como un trayecto optimista se convierte en un pesaroso recorrido: abuela y nieto intentan encontrar los restos de su familiar luego de saber que probablemente éste murió años antes. El filme refleja las complejidades por las que atraviesa el pueblo kurdo. El ritmo moroso de la cinta coincide con los sentimientos de los protagonistas. El desierto es una metáfora de la angustia y la desolación. La película contiene excelentes pasajes visuales, como la secuencia final, donde el ocaso del firmamento se apodera de la vida del niño. El hijo de Babilonia se presentó en el pasado Festival Internacional de Cine de Morelia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario